Eres toda una hembra, femenina, suavecita, menudita. Tu transición fue perfecta, solo quien esté contigo en la intimidad puede saber que atesoras ese güevo y esas bolas que siempre fueron de hembrita, de la mujer divina que eres.
No importa si lo tienes grande o pequeñito, no importa si se te pon... Lea la historia completa