MIS PRIMEROS RECUERDOS

Siempre hice mucho esfuerzo para recordar mis primeros contactos con mi verdadera identidad. Borrosamente veo imágenes muy cortas. Lo que si tengo claro es que me atendía una ama de llaves. Ese día, después de una ducha me llevó al dormitorio a cambiarme. Me dijo que era muy bonita y quería verme vestida. Puso sobre la cama una serie de ropitas que había traído de su casa.

Esa situación me atrajo mucho. No sé, era como vestirme como había fantaseado viendo a mis amiguitas. De lo que había, me dio un calzón, que en realidad era una tanga. Me la puse y luego una mini pequeñita y me entregó panties blancas y zapatos con tacos. Había un espejo bastante grande en mi dormitorio y me puse a verme, mientras mi ama me peinaba. Rubia, cabello largo y con carita fina. Me puso algo de maquillaje y cuando estaba ya vestidita, salí a mi jardín por primera vez como deseaba, pero mi ama me llamó. Cuando entro a casa mi memoria parece visualizar que ella tuvo algún contacto conmigo. Creo que un beso.

Permanecí sin cambios –eso creo-. Ya mi cuerpo se formaba, comenzaron a crecerme tetitas y nalgas. Poco antes, con una amiga del colegio, quien era mi confidente, le contaba lo que sentía y me respondió que esa tarde iba de compras y que la acompañara. Con un polo suelto y un pequeño short entramos a la tienda y la vendedora nos dijo señoritas en que las puedo atender. Le dijimos que íbamos ver los diferentes productos.

Me compré ropa interior, trajes de baño, pijamas, falditas, medias y todo lo que me provocaba. Al final salimos de la tienda y nos fuimos a su casa a probarnos lo que compramos. Cuando llevaba puesto mi bikini, su hermano mayor entra y nos ve, pero se reirá de inmediato pidiendo perdón. Él me conocía del colegio, pero era mayor. Pensé que no me había reconocido. Sin embargo, un día en el colegio se me acerca y me dice. Qué linda se te ve con ropa de baño. Me puse colorada, me llevó a un sitio apartado y me besó apasionadamente, mientras acariciaba mis nalgas. Me pegó a él y sentí su bulto en mis nalgas, ya que me tenía de espaldas.